“Valencia vive de espaldas al mar” es una frase que todos hemos oído alguna vez… Pero, ¿a qué se refiere exactamente? Os lo explicamos… Aunque cueste creerlo, la relación entre la ciudad de Valencia y el mar siempre ha sido bastante distante… Tengamos en cuenta que la Valentia romana fue fundada en una isla fluvial ubicada entre el río Túria y un brazo de éste, y esa isla quedaba muy alejada del mar, a unos cuatro kilómetros. Así pues, el origen de Valencia no estuvo ligado al mar pero sí a su río.

Dos mil años después de la fundación de Valencia, los valencianos seguimos teniendo una relación muy especial con nuestro río Túria, al que le seguimos llamando río aunque ya no tenga agua…

¿Y qué pasó con este río? La respuesta es la Riada del 57, cuando un 14 de octubre de ese año el río se desbordaba tras varios días de lluvias torrenciales. Y quién se iba a imaginar que después de aquella gran catástrofe, este antiguo río sería hoy uno de los joyas de Valencia, nuestro pulmón verde.

Llegados a este punto hay que hacer hincapié en la importancia del pueblo valenciano, porque gracias a ellos hoy podemos disfrutarlo. Durante la década de los 70 se desarrolló una movilización ciudadana con el lema “El río es nuestro y lo queremos verde” que ganó la batalla al proyecto inicial de convertirlo en una autopista. No me quiero imaginar lo diferente que sería Valencia con esta horrible carretera de asfalto…

Así que gracias a ellos, hoy tenemos un jardín de casi 10 kilómetros de longitud. Pero no es sólo un jardín, es también un lugar para el deporte, para el disfrute de los niños y para la cultura. Paseando por aquí os encontraréis un montón de instalaciones para practicar todo tipos de deportes, carril bici en ambos sentidos, zona para jogging, parques infantiles para niños, parques saludables para personas mayores, etc.

Bueno, una vez ya todos sabemos porqué los valencianos llamamos río a unos jardines, me gustaría daros algunas recomendaciones de cómo y cuándo podéis visitarlo y algunas de las opciones que éste ofrece.

Sin duda una de las mejores opciones es recorrerlo en bicicleta. Valencia es una ciudad completamente llana, así que no os asustéis si hace tiempo que no vais en bicicleta porque el paseo es muy sencillo y sólo tendréis que preocuparos de disfrutar del ambiente y respirar aire puro. Para ello podéis alquilar una bicicleta en cualquiera de las tiendas que encontrareis en Valencia. Una de mis empresas de confianza es Do You Bike , con tiendas en diferentes puntos de la ciudad. Otra posibilidad muy divertida es hacerlo en cyclobikes con capacidad para 3 ó 6 personas. Éstas las podéis encontrar en Cyclo Bikes Valencia , ubicada dentro de los Jardines del Túria, junto al Parque del Gulliver.

Y hablando de Gulliver… Si venís a Valencia con niños, una parada en el Parque del Gulliver es casi obligatoria. Se trata de una escultura monumental de Gulliver de 70 metros en la que todo su cuerpo son toboganes, rampas y escaleras para que los niños jueguen y se sientan como los liliputienses de la historia de Los Viajes de Gulliver, escrita por Jonathan Swift. Está abierto todos los días y la entrada es gratuita.

Pero los Jardines del Túria no son sólo juegos y deporte, también hay espacio para la cultura. Y es que dentro del antiguo cauce del río nos sorprenderán lugares como la Ciudad de las Artes y las Ciencias o el Palau de la Musica, un lugar dedicado a la música y otros eventos culturales realizado por el arquitecto sevillano Jose María García de Paredes y donde sus columnas exteriores nos recuerdan dos pentagramas.

Así que no lo dudéis, si venís a Valencia, tenéis que dedicarle una mañana a nuestro pulmón verde llamado los Jardines del Túria.