Queda ya menos de un mes para que la magnífica exposición de Jaume Plensa abandone la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Estas siete esculturas nos han acompañado desde el pasado 26 de junio y permanecerán aquí hasta el próximo 3 de noviembre. Son siete grandes rostros de mujer: Minna, Isabella, Laura Asia, Maria, Laurelle, Carla y Silvia. Según declaró el artista, esta exposición es todo un «homenaje a la feminidad». Son nombres reales de mujeres reales. Plensa es un apasionado de representar rostros y cuerpos de personas que existen y que la mayoría de veces él conoce personalmente. Él fotografía, escanea y luego los estira o deforma porque Jaume cree que en la deformidad también puede haber belleza, tal como lo vieron en el pasado artistas de la talla de El Greco o Jacometi.

La exposición ha sido promovida por la Fundación Hortensia Herrero quien comprará dos de estas cabezas al artista: una a título personal y otra al de la Fundación. Ésta es ya la tercera exposición que organiza la fundación en la Ciudad de las Artes y las Ciencias después de las de Manolo Valdés y Tony Cragg. La Fundación Hortensia Herrero está destacando en los últimos años por su gran labor de mecenazgo cultural en la ciudad de Valencia, las más destacadas han sido las rehabilitaciones de la Iglesia de San Nicolás y del Colegio del Arte Mayor de la Seda.

¿Y quién es Jaume Plensa? Para muchos valencianos era hasta junio un gran desconocido. Nació en Barcelona en 1955 y tiene su taller en un polígono de San Feliu de Llobregat (Barcelona). Allí cuenta con un gran equipo de profesionales de distintas disciplinas ya que en sus obras usa materiales y técnicas muy diversas. En los años 80 se dio a conocer por sus esculturas de hierro fundido, después fueron apareciendo otros materiales como el cristal, el aluminio, el poliéster o la fibra de vidrio. Plensa también ha recuperado una técnica clásica de la escultura: la talla de piedra.

Hoy Plensa es un gran exponente mundial en el arte en espacios públicos y en la escultura contemporánea. Ciudades como Montreal, San Diego, Chicago, Seul, Tokio, Miami, Nueva York, Londres, Salzburgo, Liverpool, Dubai o Dallas cuentan con esculturas suyas instaladas de forma permanente. Además ha trabajado en exposiciones temporales en museos e instituciones de gran renombre como la Bienal de Venecia, el Yorkshire Sculpture Park de Inglaterra o el Museo Picasso de Antibes.

Su gran despegue empezó en Chicago, gran referente en arte contemporáneo en espacios públicos y donde sus calles está pobladas de obras de grandes artistas como Joan Miró o Picasso. En el año 2000 Plensa fue invitado a participar en un concurso público cuyo propósito era crear una escultura en un parque de la ciudad para celebrar el nuevo milenio. La propuesta de Plensa superó todas las expectativas. Para Plensa este proyecto fue un punto de inflexión en su carrera. Cuando se lo propusieron dijo ”nunca me elegirán, soy un europeo poco conocido, esto es América y elegirán un artista americano” pero aún así apostó por proyecto. El resultado fue la Crown Fountain, una fuente pública formada por dos torres unidas por un estanque, una espectacular combinación de agua y luz. Cada vez que Plensa va a Chicago, lo primero que hace es ir a ver su obra llena de gente disfrutando alrededor de ella. Ese dice ser su mayor regalo: ver la sonrisa de los niños mojándose con el agua de su fuente. Para el proyecto grabó 1000 caras y éstas van apareciendo al azar. Quería dar importancia a la idea de lo anónimo.

Una de la esculturas que más le han marcado por su emotivo significado es “Dream”, situada en el municipio de Saint Helens, cerca de Liverpool. Éste era un pueblo minero en el que prácticamente toda su población vivía de la mina hasta que en los años 80 el gobierno de Margaret Thatcher cerró todas las minas. Esto supuso que el pueblo perdiera su trabajo y todo un modo de vida. Pasados los años, los ex mineros decidieron crear una escultura emblemática que les ayudara a recuperar ese lugar para el disfrute del pueblo. La Biennal de Liverpool apoyó su idea y propuso varios artistas para realizarlo, entre ellos Jaume Plensa. Los miembros del jurado pensaron que la decisión sería compleja pero en la última reunión todos se decantaron por el escultor catalán. El resultado fue una pieza que mostraba un recuerdo al pasado pero una mirada al futuro.

Dream representa el rostro de una niña de 9 años con los ojos cerrados soñando cómo había sido el pasado pero también cómo sería el futuro, no sólo su futuro sino también el del pueblo de Saint Helens. Como cada modelo de Plensa, se basa en un modelo real: Anna. Es una cabeza de 20 metros construida con bloques de un conglomerado de mármol y pigmentos. Es un proyecto precioso que hace de este lugar un lugar especial nuevamente. El cierre de la mina arrancó el alma al pueblo y Jaume lo ha devuelto con esta escultura.

De Jaume Plensa se piensa que es uno de los pocos artistas capaces de hacer arte público que es realmente arte porque ha sido capaz de hacer obras que conectan con la gente y con el entorno en el que están ubicadas.

Bueno, pues hasta aquí mi artículo sobre este gran escultor y la gran exposición que alberga nuestra ciudad. ¡Espero que os haya gustado y podáis venir a verla con vuestros propios ojos antes del 9 de noviembre!