Se acercan las Navidades y con ellas los dulces navideños. El año pasado por estas fechas os hablaba de la tradición del roscón de Reyes o la tradición de las dos uvas. Hoy os quiero hablar de una tradición navideña muy nuestra, un dulce que no puede faltar en nuestras mesas: las peladillas de Casinos y sus turrones artesanales.

Turrón artesano

¿Te gustan los turrones artesanales? ¿Te encantan los turrones hechos con productos de calidad? ¿Quieres comer unas buenas peladillas con almendra marcona? Te propongo un plan: la Feria del Dulce Artesano, Peladillas y Turrones de Casinos.

Este año, en su XXI edición, y como era de esperar, se celebrará de manera diferente. No habrá recito ferial ni otras actividades. Este año los Maestros Artesanos podrán exponer los productos en sus propios establecimientos, la mayoría ubicados en la avenida Valencia. Así pues, se invita a todos los clientes habituales y no habituales a que acudan a las diferentes fábricas y tiendas de Casinos para llevarse a sus casas las mejores peladillas y los mejores turrones y de paso apoyar y contribuir con el comercio tradicional de Casinos.

Y una vez apuntada en tu agenda esa escapada a Casinos durante el próximo mes de diciembre, te cuento de dónde viene y cómo comenzó la elaboración de estos dulces tan navideños.

Casinos es conocido como “El pueblo de las Peladillas”. Su tradición comenzó en 1886, cuando Manuel Jarrín instaló la primera fábrica en el municipio. 

Peladillas de Casinos

 

Manuel Jarrín era natural de la Puebla de Trives, un pequeño pueblo de la provincia de Orense. A tierras valencianas llegó con 18 años cuando obtuvo el cargo de Guardia Civil de Alcublas (Valencia). De Alcublas lo trasladaron a Casinos y en Casinos fue donde conoció a Carmen Murgui, quien tiempo después se convertiría en su esposa y madre de sus 8 hijos.

Unos años más tarde destinaron a Manuel al municipio de Alpuente (Valencia). Allí aprendió a elaborar las tradicionales peladillas de manos de un señor mayor sin descendencia que se dedicaba a fabricar y comercializar estos dulces. Manuel Jarrín fue el encargado de continuar con esta labor y el heredero de todos los utensilios necesarios para su fabricación.

Los padres de su mujer Carmen pertenecían a una de las familias más acomodadas de Casinos. Durante mucho tiempo insistieron para que Manuel y su familia volvieran de nuevo a Casinos. Y tanto insistieron que finalmente lo consiguieron. Manuel renunció entonces a su puesto de Guardia Civil en Alpuente para convertirse en fabricante de peladillas y turrones.

En 1886 el matrimonio fijó su residencia en Casinos y fundaron la primera industria peladillera y turronera. Estaba en la calle del Rosario, en el centro del pueblo, por donde transcurría la carretera de paso obligado hacia los pueblos de la Serranía. 

En 1925 Carmen Jarrín, hija de matrimonio, trasladó la fábrica a la carretera actual, la Avenida Valencia, donde poco a poco se fueron ubicando el resto de establecimientos de los demás descendientes.

Manuel Jarrín falleció el 14 de octubre de 1927, tenía 80 años.

Hoy en día prácticamente todas las fábricas y tiendas de turrones y peladillas de Casinos están en la Avenida Valencia. Algunas de las más conocidas son:

Turrón artesanal

 

Hasta aquí mi artículo de hoy sobre la Feria del Dulce Artesano, Peladillas y Turrones de Casinos. No lo dudes, apúntalo en tu agenda y acércate a Casinos el próximo mes de diciembre.